La dicha del Delegado en Playitas
El 11 de abril
de 1895 llegaron Martí, Gómez y otros patriotas para incorporarse a la Guerra
Necesaria. «Dicha grande», escribió en su diario de campaña el entonces
Delegado del Partido Revolucionario Cubano, hoy Héroe Nacional de Cuba
Publicado: Sábado 11 abril 2020 | 11:57:41 am.
Autor: Haydee León Moya digital@juventudrebelde.cu
Aniversario 125
del desembarco en Playitas de Cajobabo Autor: Juventud Rebelde Publicado: 11/04/2020
| 11:54 am
GUANTÁNAMO.— Cuando arribaron a la playita,
al pie de Cajobabo, llovía y era de noche. Bajo una nube también oscura,
asomaba la luna, roja, el 11 de abril de 1895. La embarcación era endeble, pero
muy fuerte la convicción de los hombres que la condujeron hasta ese sitio.
En una frase resumiría luego
Martí, el Delegado del Partido Revolucionario Cubano, la plenitud de su
espíritu al saltar a tierra desde el bote, y la de sus compañeros de travesía,
el generalísimo Máximo Gómez y los generales Francisco Borrero y Ángel Guerra,
el coronel Marcos del Rosario y el capitán César Salas: «Dicha grande»,
escribió en su diario de campaña.
Y era grande la dicha porque
venían a impulsar la Guerra Necesaria. Por eso no mellaron sus deseos de ver
definitivamente libre la Patria ni el fracaso del Plan de La Fernandina, ni el
espionaje de las autoridades norteamericanas e inglesas, cómplices de los
españoles.
Tampoco los avatares para
conseguir goletas en que realizar el viaje hasta donde ya era un hecho la
guerra, ni toda aquella persecución en el mar que los obligó a un sinuoso
itinerario entre Cabo Haitiano y las costas cubanas, o los riesgos de llegar a
un lugar desconocido, sin la certeza de saber si los recibirían amigos o
enemigos. La única certeza era saber su presencia necesaria.
Luego de pisar suelo cubano, la
suerte de encontrar hombres, mujeres y niños que los acogieron en sus bohíos y
les ofrecieron afecto y cuidados. No era para menos: Las condiciones
topográficas del lugar adonde habían llegado los obligaron a una fatigosa
marcha por un suelo irregular y rocoso, entre una vegetación silvestre y
espinosa.
Una realidad particularmente
difícil para Martí, por su endeble estado de salud, golpeda duro por los baños
de sudor y agua fría al paso de los ríos que atravesaron, a veces crecidos, y
ese andar en alpargatas sobre las piedras que lastimaban su ya afectado tobillo
derecho, a causa del grillete.
Pero avanzó. Avanzaron porque las
ansias de libertad para Cuba eran más fuertes, tanto como la convicción de que
su presencia sería un gran estímulo para quienes luchaban en la manigua.
Así de grande fue la hazaña. Un
hecho memorable, que trasciende a Cajobabo, elevó a su mayor estatura el amor a
la Patria, el internacionalismo y el ejemplo de los principales jefes mambises,
ese que perdura como esencia en la conducción de la Revolución en todas las
épocas: estar en la primera trinchera de combate junto al pueblo, compartiendo
su suerte.
Por eso el 11 de abril es una
fecha relevante para Cuba, y muy sagrado este sitio del actual municipio
guantanamero de Imías, donde el Generalísimo besó la arena de esa playa al
desembarcar, y en el año del Centenario del memorable hecho, el líder histórico
de la Revolución, Fidel Castro Ruz, llegó portando una bandera cubana justo a
la hora exacta en que arribaron los expedicionarios en un pequeño bote cargado
de honor y dignidad.
Cumpliendo las medidas sanitarias
actuales, esta vez no tendrá lugar la tradicional peregrinación y acto masivo
con que se recuerda la fecha, pero un reducido grupo de imienses depositará una
ofrenda floral, en nombre de todo el pueblo cubano.
La memorable fecha fue recordada
este sábado por el Presidente cubano Miguel Díaz-Canel, a través de su cuenta
de Twitter:
Playita de Cajobabo: la
bandera en alto. #11deAbril1895: Martí y Gómez llegan a #Cuba. Frente a ellos la noche, una pared de
piedra y los españoles acechando. Martí anota en su diario: "Dicha
grande". #SomosCuba #SomosContinuidad https://t.co/91tyXXg9U4
Via @Granma_Digital
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) April 11, 2020
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